Eran inicios de la década de los 70 cuando el Siervo de Dios Cristóbal Herra y su familia fueron movidos por el Señor a realizar la labor evangelizadora en el cantón de Escazú. Él recorrió los barrios presentando a Cristo Jesús no solo con sus palabras sino con su entrañable amor y ternura por los cuales es recordado hasta hoy. Tras vario tiempo de trabajo puerta a puerta un grupo de aproximadamente 15 personas empezaron a reunirse en una pequeña casita de madera que se ubicaba 50 metros al Sur de la pulpería El Maná en la calle que hoy día conocemos como la calle de adoquines carretera a San Antonio de Escazú. Ya para el año 1975 el grupo había crecido a unas 50 personas, con ventas de comidas y ofrendas se logró recolectar unos C10.000 colones que fueron la prima para la compra de un lote ubicado 200mts. Sur de las piscinas del Liceo de Escazú. La visión creció, se instaló una carpa y el Señor añadía cada día los que habían de ser salvos. La conferencia Santidad Pentecostal de Costa Rica vio crecer a la iglesia, la apoyó, misioneros como el Hermano Elvio Canavesio , pastores como Trinidad Ruíz, Álvaro Montero y muchos mas fueron colaboradores de Dios en la enseñanza y formación de discípulos. La infraestructura creció hasta llegar a ser el edificio con el que contamos hoy. Y hoy casi cuatro décadas después podernos decir “Ebenezer” hasta aquí nos ha ayudado el Señor.